lunes, 9 de marzo de 2015

GRÁFICA DE PRODUCCIÓN DE PETROLEO EN KUWAIT

GRÁFICAS Y TABLAS DEMOGRÁFICAS DE KUWAIT


DEMOGRAFÍA DE KUWAIT

De acuerdo a estimaciones de The World Factbook la población de Kuwait en 2013 asciende a 2 695 316 habitantes. Según cálculos hechos en 2013, sólo existían tres aglomeraciones urbanas en todo el país; éstas son: Kuwait, la capital, (2 451 764 habitantes), Wafra (13 562) y Zawr (7  786). Alrededor del 80% de la población kuwaití es árabe; los kuwaitíes árabes incluyen un gran número de egipcios y también a árabes sin Estado llamados Bidón (palabra árabe que significa distinto de beduino).
Muchos árabes de los estados contiguos tomaron residencia en Kuwait a partir de la prosperidad que el petróleo trajo al país en la década de 1940. Sin embargo, tras la ocupación iraquí el gobierno tuvo que hacer grandes esfuerzos para reducir el número de población expatriada. Otros grandes grupos de inmigrantes incluyen a indios, bengalíes, pakistaníes y filipinos. Kuwait tuvo anteriormente una gran población palestina. La mayor parte de los mismos fueron forzados a salir del país tras el respaldo del líder de la OLP, Yasser Arafat, a Iraq durante la ocupación de Kuwait por parte del régimen de Hussein.
La lengua oficial es el árabe aunque el inglés es generalmente entendido. Algunos inmigrantes también hablan sus propias lenguas locales. Cerca del 85% de la población de Kuwait es musulmana. De entre los musulmanes kuwaitíes se estima que entre el 70% y el 75% de los mismos es sunní y que alrededor del 25% a 30% es chií. Una gran parte del chiismo kuwaití se debe a la proximidad de Kuwait con Irán e Irak. Muy pocos kuwaitíes son cristianos.
El grado de alfabetización de Kuwait es el más elevado de entre los países árabes. Esto se debe al amplísimo apoyo gubernamental al sistema educativo. La escuela pública, incluyendo a la Universidad de Kuwait, es gratuita pero los estudiantes extranjeros tienen restringido su acceso a las mismas. El gobierno envía a estudiantes cualificados al extranjero para alcanzar títulos que no se imparten en la Universidad de Kuwait, ejemplo de ello son los aproximadamente 1000 kuwaitíes que estudian en los Estados Unidos.

ECONOMÍA EN KUWAIT

Kuwait es una economía pequeña, rica y relativamente abierta, con reservas de crudo seguras de 94 mil millones de barriles (15 km³) -10% de las reservas mundiales-, donde el petróleo representa casi la mitad del PIB, un 90% de las exportaciones y un 75% de los ingresos del gobierno. Sin embargo, en 1990 el país ganó más dinero de las inversiones extranjeras que de la exportación de petróleo.
Los gastos generados por la invasión de Irak y la reconstrucción de la posguerra fueron una carga económica importante para el país. Sin embargo, hacia mitad de los años 1990 Kuwait había recuperado su prosperidad.
La Kuwait Petroleum Corporation (KPC) es la compañía nacional encargada de todo lo concerniente con la producción de crudo, gas y productos refinados.Los precios del petróleo han producido un superávit de 1,7 miles de millones de € (2 mil millones de $) para el año fiscal 99/00. El año fiscal 00/01 sólo tuvo 9 meses por una modificación en el año fiscal. El presupuesto para el año fiscal 01/02 preveía mayores gastos en salarios, construcción y otras categorías. El PNB en el 2003 era de 4,6 miles de millones de € (41.7 miles de millones de $), con un PNB per cápita de 14.166€ ($17.420).
Además del petróleo, a nivel económico se destaca el Banco Central de Kuwait, en la capital, quien se encarga de emitir el dinar kuwaití, la moneda local. El dinar tiene una equivalencia de 1.00000 dinares por 2.60678 euros y 3.58616 dólares estadounidenses, lo que la convierte en la moneda de curso más alto del mundo.
Por su parte, la fuerza laboral del país es de 1.073.115 personas, de los que sólo un cuarto son ciudadanos kuwaitíes.
El clima es un factor que limita el desarrollo de la agricultura. Como consecuencia, con la excepción del pescado, depende casi por completo de las importaciones para la comida. Igualmente, el 75% del agua tiene que ser desalada o importada.

GEOGRAFÍA KUWAIT

Kuwait está situado al sureste de Asia, bordeando el Golfo Pérsico entre Irak y Arabia Saudita. Es un pequeño país de 17.818 kilómetros cuadrados, un poco más pequeño que el estado de Nueva Jersey. Sus puntos más distantes son de 200 kilómetros, de norte a sur, y de este a oeste son 170 kilómetros.
Kuwait consiste principalmente en desiertos, con pequeñas diferencias de altitud. Es el único país del mundo sin lagos o reservas de agua naturales.
Posee nueve islas, siendo la mayor Bubiyan, que está unida al continente por un puente de cemento. Tras la liberación en 1991, la isla se convirtió en una base militar y actualmente no se permite la entrada de civiles. Las islas son Auhah, Bubiyan, Failaka,Kubbar, Miskan, Qaruh, Umm al Maradim, Umm an Namil y Warbah.

Clima

El clima es continental variable. Los veranos (de abril a octubre) son extremadamente calientes y secos, con temperaturas superiores a los 51 °C en la ciudad de Kuwait. Los inviernos (de noviembre a febrero) son frescos, con precipitaciones escasas y temperaturas por debajo de los 21 °C. La primavera es fresca y agradable.

GOBIERNO Y POLITICA

Kuwait es una monarquía constitucional regida por la dinastía Al-Sabah desde el siglo XVIII. El emir o jeque es el jefe de Estado, quien representa al poder ejecutivo.
 

El emir actual, Sabah Al-Ahmad Al-Jaber Al-Sabah ascendió al trono en 2006. El poder legislativo está representado por la Asamblea Nacional (Majlis al-Umma). Es unicameral y cuenta con 65 asientos: 50 son elegidos por voto popular cada cuatro años, y 15 ministros, los cuales son elegidos por el emir y conforman su gabinete. Por su parte, la Corte de Casación y la Corte Constitucional representan los órganos superiores del poder judicial y son los tribunales más altos de Kuwait.

El sábado 17 de mayo de 2008 se celebraron elecciones, en las que las mujeres, que participaban por primera vez, se han quedado sin representación. Los que consiguieron representación fueron: Movimiento Constitucional Islámico (28), chiíes (5), liberales (7) e independientes (el resto) sobre 50 escaños.

KUWAIT UN PAÍS DESARROLLADO

En los siglos XVIII y XIX Kuwait fue un próspero enclave comercial que rivalizó con la ciudad iraquí de Basora como centro de intercambio para las mercancías que circulaban entre la India y Oriente Medio. La zona fue también el centro de la construcción naval de todo el golfo Pérsico, pero a principios del siglo XX comenzó a declinar su importancia en la región. Durante la Primera Guerra Mundial (1914 — 1918) el Imperio británico impuso un bloqueo comercial a Kuwait como represalia por el apoyo del gobernante del país al Imperio otomano. Después de la Primera Guerra Mundial, Kuwait se configuró como un emirato independiente bajo el yugo del imperio británico. Sin embargo, tras la guerra entre Kuwait y el sultanato de Najd en 1919 y 1920, Abdelaziz bin Saud, primer rey de Arabia Saudita, ordenó un nuevo y restrictivo bloqueo comercial a Kuwait que duró desde 1923 hasta 1937.12 En este último año se descubrieron los primeros pozos de petróleo en territorio kuwaití.
Kuwait ganó su independencia del Reino Unido en 1961. En 1990 el pequeño país fue invadido militarmente y anexionado por el Irak de Saddam Hussein, una ocupación que se prolongó durante siete meses y que provocó la intervención del ejército de los Estados Unidos y el estallido de la guerra del Golfo. El ejército iraquí se retiró del país ante al avance norteamericano pero en su camino incendió casi ochocientos pozos petrolíferos kuwaitíes, una catástrofe económica y medioambiental. Las infraestructuras del país quedaron devastadas durante el conflicto y tuvieron que ser reconstruidas. En 2003 el ejército estadounidense regresó al país para lanzar desde allí las operaciones militares de la invasión de Irak.
Kuwait es una monarquía constitucional con un sistema de gobierno parlamentario  y su capital económica y política es la ciudad de Kuwait. El país es considerado uno de los más liberales de la región. Cuenta con la quinta mayor reserva mundial de petróleo, un recurso natural que en la actualidad supone el 87% de sus exportaciones y el 75% de los ingresos de su gobierno, gracias a lo cual sus ciudadanos gozan de la octava mayor renta per cápita a nivel mundial. El Banco Mundial clasifica a Kuwait como un estado de altos ingresos y los Estados Unidos lo han designado aliado importante extra-OTAN.

KUWAIT HISTORIA

La historia del territorio que hoy comprende Kuwait estuvo íntimamente vinculada a la de las civilizaciones mesopotámicas (ver historia de Irak), hasta el siglo XIII de nuestra era, cuando la invasión de los mongoles provocó el colapso del califato de Bagdad.
En el siglo XVI varios clanes de la tribu Al Aniza migraron hacia la orilla norte del Golfo Pérsico desde Najd, su tierra natal en Arabia central, que estaba seriamente afectada por grandes hambrunas. Los clanes se asentaron en la región que hoy ocupa Qatar durante más de sesenta años y, más tarde, se reasentaron en distintas zonas de la región, incluyendo el actual territorio de Kuwait.
En el siglo XVIII, aunque nominalmente sometidas al Imperio Otomano, las etnias árabes instaladas allí gozaban de virtual independencia y resolvieron elegir un shaij (Jeque) que las representase en las negociaciones que esporádicamente entablaban con los turcos. En 1756 fue designado para esa función el jefe de la familia anaiza, Abdul Rahim al-Sabah, fundador de la dinastía que aún gobierna el país.
Por esa época el lugar, hasta entonces conocido como Qurain (cuerno), comenzó a ser denominado Kuwait, diminutivo de al-Kout, que en el árabe local designaba a las viviendas fortificadas de la costa.
Hasta el fin del siglo XIX el Imperio Otomano estuvo aliado con la familia Sabah para gobernar el país pero, cuando en 1899 los otomanos amenazaron anexar Kuwait, los Sabah pidieron a Gran Bretaña el estatuto de Protectorado. A cambio, Gran Bretaña garantizó la integridad territorial del país. Este tratado y la consiguiente presencia militar inglesa impidieron a los turcos extender la línea férrea Berlín-Bagdad hasta el Golfo Pérsico.
Al terminar la Primera Guerra Mundial, Francia y Gran Bretaña se repartieron los despojos del Imperio Otomano. Kuwait pasó a ser un protectorado británico separado del recién creado reino de Irak, que lo reclamaba como provincia, alegando el sometimiento histórico de esa zona al gobierno de Bagdad.
En 1938 se descubrió petróleo en Kuwait. Luego de la Segunda Guerra Mundial, el Emir Ahmad Jabi al-Sabah otorgó la concesión a la Kuwait Oil Co. (integrada por la BP británica y la Gulf norteamericana) y en 1946 se exportó petróleo por primera vez.
En 1961 se negoció la independencia de Kuwait. El Jeque Sabah se proclamó Emir y asumió todos los poderes. Irak se negó a reconocer al nuevo Estado, pues sostenía que era una creación artificial de los ingleses para conservar el acceso al petróleo. Las tropas inglesas se quedaron para defender el emirato hasta que fueron sustituidas por tropas de la Liga Árabe.
En 1962 se adoptó una Constitución que creó una Asamblea Nacional de 50 miembros elegidos a título individual (los partidos políticos eran ilegales) por los ciudadanos varones mayores de 21 años cuyos padres o abuelos fueran residentes en el país antes de 1920.
El petróleo cambió radicalmente la fisonomía del país. Los beduinos dejaron sus camellos por lujosos automóviles con aire acondicionado. La pesca de perlas –principal actividad económica hasta ese momento– desapareció. La población se asentó en novísimas ciudades, donde las mezquitas de torres estilizadas conviven con centros comerciales que desplazaron a los antiguos socos (mercados). El nivel educativo y la esperanza de vida de la población se elevó. El trabajo manual y el desarrollado en la industria petrolera quedó a cargo de trabajadores inmigrantes, que en 1985 casi duplicaban a la población kuwaití.
El gobierno pronto comprendió que tanta prosperidad, en una región tan pobre, podía poner en peligro su legitimidad. Ya en 1961 se creó el Fondo Árabe para el Desarrollo Económico, para canalizar préstamos «blandos» y donaciones a países del Tercer Mundo. Cuando la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) consiguió aumentar los precios en 1973, Kuwait aumentó enormemente sus ingresos.
La mayoría de los países del Tercer Mundo apoyó a la OPEP, con la esperanza de lograr solidaridad para obtener de los países del Norte un «Nuevo Orden Económico Internacional» que retribuyera mejor las exportaciones de materias primas. Pero en vez de invertir los ingresos petroleros en sus propios países o en otros del Tercer Mundo, los monarcas del Golfo colocaron sus fortunas en la banca trasnacional. Al hacerlo, generaron un exceso de liquidez en la banca privada trasnacional, que pasó a conceder préstamos a todo el Tercer Mundo, lo que encendió la mecha de la bomba de la deuda externa, que explotó en 1982.
Sin embargo, a diferencia de otros países del Golfo Pérsico, Kuwait fue generoso con su riqueza. A fines de la década de 1980 era el país del mundo que brindaba mayor volumen de asistencia oficial al desarrollo en proporción a su producto bruto.
Al estallar la guerra entre Irán e Irak, en 1979, Kuwait asumió una aparente posición de neutralidad, pero apoyó a Irak con grandes sumas en donaciones y préstamos. Al igual que las demás monarquías del Consejo de Seguridad del Golfo, Kuwait consideraba a Irak como una «primera línea de defensa» contra la revolución islámica iraní.
En 1981 el nuevo Príncipe, Jabir al-Sabah, convocó a elecciones nacionales. De 50 bancas, 40 correspondieron a los candidatos leales a la familia gobernante. Sólo un 6,4% de la población estaba habilitada para votar.
A fines de la década de 1980, el capital invertido fuera del país por la Oficina Kuwaití de Inversiones (KIO) se estimaba en cien mil millones de dólares e incluía la propiedad de hoteles, galerías de arte y bienes raíces en Europa y Estados Unidos, así como fuerte participación en empresas trasnacionales: 10% de la British Petroleum, 23% de la Hoechst, 14% de Daimler-Benz, 11% de Midland Bank.
En 1987, alegando que el puerto de Kuwait era usado por Irak para exportar petróleo e importar armas, Irán atacó naves mercantes kuwaitíes. En respuesta, Kuwait obtuvo el permiso de EE.UU., Francia, Reino Unido y URSS para embanderar con sus pabellones la flota mercante kuwaití. Los EE.UU. y Gran Bretaña enviaron a su marina de guerra a proteger la navegación kuwaití en el Golfo.
Terminada la guerra entre Irán e Irak, en 1988, comenzaron las tensiones con Irak. Kuwait reclamó el pago de 15 mil millones de dólares de préstamos de guerra. Irak se negó, alegando que había defendido a Kuwait con esas sumas.
Por su parte Irak acusó a Kuwait de estar «robándole» petróleo, al bombear hidrocarburos de los yacimientos comunes, que se extienden por ambos lados de la frontera y reclamó 2.400 millones de dólares en compensación.
El 2 de agosto de 1990 Irak invadió Kuwait. El Emir al-Sabah se refugió en Arabia Saudita, junto con su familia. Cerca de 300 mil kuwaitíes huyeron del país. Un gobierno provisional, pro-iraquí, encabezado por Al Hussein Ali, pidió la fusión total con Irak. Días más tarde el emirato fue declarado provincia iraquí.
EE.UU. reaccionó con extrema dureza ante la invasión y promovió una serie de condenas por parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El 6 de agosto se resolvió el boicot comercial, financiero y militar a Irak y el 29 de noviembre –con la abstención de Cuba y Yemen– se autorizó la utilización de la fuerza si Irak no se retiraba de Kuwait antes del 15 de enero de 1991.
La guerra tuvo un alto impacto sobre el país, no tanto en términos de vidas, pues los combates se libraron en su mayor parte en territorio iraquí, sino por el incendio de casi todos los pozos petrolíferos durante los bombardeos o al retirarse las tropas de ocupación. A raíz del daño, Kuwait no pudo producir petróleo hasta 1992.
El Instituto de Investigaciones Científicas de Kuwait señaló que 900 km2 de desierto fueron dañados por el paso de vehículos militares, lo que ocasionó movimientos de tierra y frecuentes tormentas de arena.
El costo de la reconstrucción fue estimado entre 150 mil y 200 mil millones de dólares. Kuwait se convirtió en país deudor, en especial con los aliados, con quienes se endeudó por 22 mil millones de dólares.
Después de finalizada la guerra, más de 1.300 personas resultaron muertas o heridas por la explosión de minas que fueron colocadas durante el conflicto.
En marzo de 1991 Amnistía Internacional denunció «arrestos arbitrarios y torturas», ejecuciones sumarias de hombres y mujeres palestinos, jordanos e iraquíes residentes en Kuwait por parte de soldados y civiles kuwaitíes. Al mismo tiempo, durante la visita al país del secretario estadounidense James Baker, el gobierno prometió encaminar al emirato hacia la democracia.
En junio de 1991, el Jeque Jaber al-Sabah convocó un Consejo Nacional para discutir las elecciones, el voto de la mujer y la situación de los extranjeros. La oposición reclamó el restablecimiento de la Constitución de 1962 y la formación de un parlamento democrático. Ninguno de los líderes opositores integró el Consejo.
Bajo la consigna de «rekuwaitizar» Kuwait, al fin de la Guerra del Golfo, el emir propuso reducir drásticamente el número de extranjeros residentes en su país. Consecuencia de esta política fue la expulsión de más de 300 mil palestinos.
Entre fines de 1991 y comienzos de 1992, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Omán, Qatar, Barhain y Kuwait celebraron una reunión cumbre con el fin de crear un mecanismo de seguridad colectiva y establecer un nuevo marco defensivo para esta región, donde se encuentra el 40% de las reservas de petróleo del mundo.
Luego de restablecer la producción petrolera, el país aceptó en la OPEP una cuota diaria de 2 millones de barriles. Pero en febrero de 1993, Kuwait decidió elevar la producción a 2,16 millones diarios.
En 1993 la ONU delimitó la frontera con Irak, pese a las protestas de Bagdad. Como respuesta a supuestas incursiones de tropas iraquíes, EE.UU. realizó varios bombardeos (ver Irak). Washington instaló misiles en Kuwait y se inició la construcción de un muro de 130 kilómetros de extensión, con 1,3 millones de minas a lo largo de la nueva frontera.
En agosto el ex jefe del Gobierno Libre Provisorio impuesto por Bagdad, Al-Hussein Ali, fue condenado a muerte, al igual que cinco kuwaitíes y 10 jordanos, acusados de colaborar con los ocupantes iraquíes.
Al año siguiente, el gobierno prosiguió la privatización de empresas estatales y realizó importantes inversiones en armamentos.
En febrero de 1996, Amnistía Internacional denunció nuevamente ejecuciones sumarias, torturas y expulsiones sin juicio alguno.
Luego de que varios legisladores amenazaran con deponer al ministro de Asuntos Islámicos por errores en la impresión de 120 mil copias del Corán, el emir disolvió el parlamento en mayo de 1999 y llamó a elecciones legislativas en julio.
La historia del territorio que hoy comprende Kuwait estuvo íntimamente vinculada a la de las civilizaciones mesopotámicas (ver historia de Irak), hasta el siglo XIII de nuestra era, cuando la invasión de los mongoles provocó el colapso del califato de Bagdad.
En el siglo XVI varios clanes de la tribu Al Aniza migraron hacia la orilla norte del Golfo Pérsico desde Najd, su tierra natal en Arabia central, que estaba seriamente afectada por grandes hambrunas. Los clanes se asentaron en la región que hoy ocupa Qatar durante más de sesenta años y, más tarde, se reasentaron en distintas zonas de la región, incluyendo el actual territorio de Kuwait.
En el siglo XVIII, aunque nominalmente sometidas al Imperio Otomano, las etnias árabes instaladas allí gozaban de virtual independencia y resolvieron elegir un shaij (Jeque) que las representase en las negociaciones que esporádicamente entablaban con los turcos. En 1756 fue designado para esa función el jefe de la familia anaiza, Abdul Rahim al-Sabah, fundador de la dinastía que aún gobierna el país.
Por esa época el lugar, hasta entonces conocido como Qurain (cuerno), comenzó a ser denominado Kuwait, diminutivo de al-Kout, que en el árabe local designaba a las viviendas fortificadas de la costa.
Hasta el fin del siglo XIX el Imperio Otomano estuvo aliado con la familia Sabah para gobernar el país pero, cuando en 1899 los otomanos amenazaron anexar Kuwait, los Sabah pidieron a Gran Bretaña el estatuto de Protectorado. A cambio, Gran Bretaña garantizó la integridad territorial del país. Este tratado y la consiguiente presencia militar inglesa impidieron a los turcos extender la línea férrea Berlín-Bagdad hasta el Golfo Pérsico.
Al terminar la Primera Guerra Mundial, Francia y Gran Bretaña se repartieron los despojos del Imperio Otomano. Kuwait pasó a ser un protectorado británico separado del recién creado reino de Irak, que lo reclamaba como provincia, alegando el sometimiento histórico de esa zona al gobierno de Bagdad.
En 1938 se descubrió petróleo en Kuwait. Luego de la Segunda Guerra Mundial, el Emir Ahmad Jabi al-Sabah otorgó la concesión a la Kuwait Oil Co. (integrada por la BP británica y la Gulf norteamericana) y en 1946 se exportó petróleo por primera vez.
En 1961 se negoció la independencia de Kuwait. El Jeque Sabah se proclamó Emir y asumió todos los poderes. Irak se negó a reconocer al nuevo Estado, pues sostenía que era una creación artificial de los ingleses para conservar el acceso al petróleo. Las tropas inglesas se quedaron para defender el emirato hasta que fueron sustituidas por tropas de la Liga Árabe.
En 1962 se adoptó una Constitución que creó una Asamblea Nacional de 50 miembros elegidos a título individual (los partidos políticos eran ilegales) por los ciudadanos varones mayores de 21 años cuyos padres o abuelos fueran residentes en el país antes de 1920.
El petróleo cambió radicalmente la fisonomía del país. Los beduinos dejaron sus camellos por lujosos automóviles con aire acondicionado. La pesca de perlas –principal actividad económica hasta ese momento– desapareció. La población se asentó en novísimas ciudades, donde las mezquitas de torres estilizadas conviven con centros comerciales que desplazaron a los antiguos socos (mercados). El nivel educativo y la esperanza de vida de la población se elevó. El trabajo manual y el desarrollado en la industria petrolera quedó a cargo de trabajadores inmigrantes, que en 1985 casi duplicaban a la población kuwaití.
El gobierno pronto comprendió que tanta prosperidad, en una región tan pobre, podía poner en peligro su legitimidad. Ya en 1961 se creó el Fondo Árabe para el Desarrollo Económico, para canalizar préstamos «blandos» y donaciones a países del Tercer Mundo. Cuando la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) consiguió aumentar los precios en 1973, Kuwait aumentó enormemente sus ingresos.
La mayoría de los países del Tercer Mundo apoyó a la OPEP, con la esperanza de lograr solidaridad para obtener de los países del Norte un «Nuevo Orden Económico Internacional» que retribuyera mejor las exportaciones de materias primas. Pero en vez de invertir los ingresos petroleros en sus propios países o en otros del Tercer Mundo, los monarcas del Golfo colocaron sus fortunas en la banca trasnacional. Al hacerlo, generaron un exceso de liquidez en la banca privada trasnacional, que pasó a conceder préstamos a todo el Tercer Mundo, lo que encendió la mecha de la bomba de la deuda externa, que explotó en 1982.
Sin embargo, a diferencia de otros países del Golfo Pérsico, Kuwait fue generoso con su riqueza. A fines de la década de 1980 era el país del mundo que brindaba mayor volumen de asistencia oficial al desarrollo en proporción a su producto bruto.
Al estallar la guerra entre Irán e Irak, en 1979, Kuwait asumió una aparente posición de neutralidad, pero apoyó a Irak con grandes sumas en donaciones y préstamos. Al igual que las demás monarquías del Consejo de Seguridad del Golfo, Kuwait consideraba a Irak como una «primera línea de defensa» contra la revolución islámica iraní.
En 1981 el nuevo Príncipe, Jabir al-Sabah, convocó a elecciones nacionales. De 50 bancas, 40 correspondieron a los candidatos leales a la familia gobernante. Sólo un 6,4% de la población estaba habilitada para votar.
A fines de la década de 1980, el capital invertido fuera del país por la Oficina Kuwaití de Inversiones (KIO) se estimaba en cien mil millones de dólares e incluía la propiedad de hoteles, galerías de arte y bienes raíces en Europa y Estados Unidos, así como fuerte participación en empresas trasnacionales: 10% de la British Petroleum, 23% de la Hoechst, 14% de Daimler-Benz, 11% de Midland Bank.
En 1987, alegando que el puerto de Kuwait era usado por Irak para exportar petróleo e importar armas, Irán atacó naves mercantes kuwaitíes. En respuesta, Kuwait obtuvo el permiso de EE.UU., Francia, Reino Unido y URSS para embanderar con sus pabellones la flota mercante kuwaití. Los EE.UU. y Gran Bretaña enviaron a su marina de guerra a proteger la navegación kuwaití en el Golfo.
Terminada la guerra entre Irán e Irak, en 1988, comenzaron las tensiones con Irak. Kuwait reclamó el pago de 15 mil millones de dólares de préstamos de guerra. Irak se negó, alegando que había defendido a Kuwait con esas sumas.
Por su parte Irak acusó a Kuwait de estar «robándole» petróleo, al bombear hidrocarburos de los yacimientos comunes, que se extienden por ambos lados de la frontera y reclamó 2.400 millones de dólares en compensación.
El 2 de agosto de 1990 Irak invadió Kuwait. El Emir al-Sabah se refugió en Arabia Saudita, junto con su familia. Cerca de 300 mil kuwaitíes huyeron del país. Un gobierno provisional, pro-iraquí, encabezado por Al Hussein Ali, pidió la fusión total con Irak. Días más tarde el emirato fue declarado provincia iraquí.
EE.UU. reaccionó con extrema dureza ante la invasión y promovió una serie de condenas por parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El 6 de agosto se resolvió el boicot comercial, financiero y militar a Irak y el 29 de noviembre –con la abstención de Cuba y Yemen– se autorizó la utilización de la fuerza si Irak no se retiraba de Kuwait antes del 15 de enero de 1991.
La guerra tuvo un alto impacto sobre el país, no tanto en términos de vidas, pues los combates se libraron en su mayor parte en territorio iraquí, sino por el incendio de casi todos los pozos petrolíferos durante los bombardeos o al retirarse las tropas de ocupación. A raíz del daño, Kuwait no pudo producir petróleo hasta 1992.
El Instituto de Investigaciones Científicas de Kuwait señaló que 900 km2 de desierto fueron dañados por el paso de vehículos militares, lo que ocasionó movimientos de tierra y frecuentes tormentas de arena.
El costo de la reconstrucción fue estimado entre 150 mil y 200 mil millones de dólares. Kuwait se convirtió en país deudor, en especial con los aliados, con quienes se endeudó por 22 mil millones de dólares.
Después de finalizada la guerra, más de 1.300 personas resultaron muertas o heridas por la explosión de minas que fueron colocadas durante el conflicto.
En marzo de 1991 Amnistía Internacional denunció «arrestos arbitrarios y torturas», ejecuciones sumarias de hombres y mujeres palestinos, jordanos e iraquíes residentes en Kuwait por parte de soldados y civiles kuwaitíes. Al mismo tiempo, durante la visita al país del secretario estadounidense James Baker, el gobierno prometió encaminar al emirato hacia la democracia.
En junio de 1991, el Jeque Jaber al-Sabah convocó un Consejo Nacional para discutir las elecciones, el voto de la mujer y la situación de los extranjeros. La oposición reclamó el restablecimiento de la Constitución de 1962 y la formación de un parlamento democrático. Ninguno de los líderes opositores integró el Consejo.
Bajo la consigna de «rekuwaitizar» Kuwait, al fin de la Guerra del Golfo, el emir propuso reducir drásticamente el número de extranjeros residentes en su país. Consecuencia de esta política fue la expulsión de más de 300 mil palestinos.
Entre fines de 1991 y comienzos de 1992, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Omán, Qatar, Barhain y Kuwait celebraron una reunión cumbre con el fin de crear un mecanismo de seguridad colectiva y establecer un nuevo marco defensivo para esta región, donde se encuentra el 40% de las reservas de petróleo del mundo.
Luego de restablecer la producción petrolera, el país aceptó en la OPEP una cuota diaria de 2 millones de barriles. Pero en febrero de 1993, Kuwait decidió elevar la producción a 2,16 millones diarios.
En 1993 la ONU delimitó la frontera con Irak, pese a las protestas de Bagdad. Como respuesta a supuestas incursiones de tropas iraquíes, EE.UU. realizó varios bombardeos (ver Irak). Washington instaló misiles en Kuwait y se inició la construcción de un muro de 130 kilómetros de extensión, con 1,3 millones de minas a lo largo de la nueva frontera.
En agosto el ex jefe del Gobierno Libre Provisorio impuesto por Bagdad, Al-Hussein Ali, fue condenado a muerte, al igual que cinco kuwaitíes y 10 jordanos, acusados de colaborar con los ocupantes iraquíes.
Al año siguiente, el gobierno prosiguió la privatización de empresas estatales y realizó importantes inversiones en armamentos.
En febrero de 1996, Amnistía Internacional denunció nuevamente ejecuciones sumarias, torturas y expulsiones sin juicio alguno.
Luego de que varios legisladores amenazaran con deponer al ministro de Asuntos Islámicos por errores en la impresión de 120 mil copias del Corán, el emir disolvió el parlamento en mayo de 1999 y llamó a elecciones legislativas en julio.